Texto y fotos del arqueólogo Oscar Montúfar Latorre
Fueron los primeros españoles quienes quedaron admirados de las “calzadas” tan bien logradas que cruzaban desiertos y atravesaban montañas; pero escondido en el bosque húmedo -entre las cordilleras oriental y occidental de los Andes- se hallaba abandonado el “camino inka”.
Fue la expedición encabezada por Hiram Bingham quienes utilizaron este camino para descubrir los sitios de Cedrobamba y Qoriwayrachina que vienen a ser los actuales complejos arqueológicos de Phuyupatamarka y Sayaqmarka. Décadas después, nuevas expediciones y personajes que forjaron nuestra historia, como el padre de la arqueología peruana Dr. Julio C. Tello y los investigadores John H. Rowe y Paul Fejos; estudian e Intervienen en Choquesuysuy, Wiñaywayna, Phuyupatamarka y Sayaqmarka.
El “Camino Inka” mantenía su originalidad por haber estado abandonado y no haber sufrido procesos de alteración antrópica, su traza y características arquitectónicas después de más de 400 años estaban a punto de develarse.
El Santuario Histórico de Machupicchu posee un complejo sistema vial (2). La particularidad de este sistema está íntimamente ligado a dos factores determinantes: el primero relacionado a la geomorfología de la zona y el segundo -y más importante- al espacio sagrado por donde se desplazan los caminos. Estos factores hicieron que los caminos tengan características arquitectónicas particulares y una tipología estrechamente ligada al aspecto ritual.
El año de 1936 el Ing. Alberto Regal publica su libro “Los caminos del Inca en el Antiguo Perú”, donde describe el desplazamiento de los caminos a los cuatro suyos y hace referencia a los primeros cronistas que tratan sobre el tema. También realiza descripciones de las características de los caminos, tambos, chaskiwasis, etc. El año 1992, John Hyslop publica su libro “Qhapaqñan”, que viene a constituir para su época uno de los primeros y más documentados libros referidos a los caminos inkas.
(1) Pedro Sancho. 1534/1968: 30
(2) Entendiendo por sistema, al conjunto de elementos asociados entre sí.
Luego fue el estado peruano el que promueve la creación del Proyecto Qhapaq Ñan, que, por cierto, este año cumplen 23 años de su creación y que está encargado de realizar la identificación, registro, investigación y puesta en uso social del sistema vial inka en el territorio peruano.
Todos estos antecedentes nos sirven de sustento para precisar que muchos de los caminos prehispánicos ubicados en el Santuario Histórico de Machupicchu (SHM) y su área de amortiguamiento corresponden a “caminos rituales”. La presencia de montañas importantes como el Salkantay (6271 m.s.n.m.), Waqaywillka (o Verónica 5750 m.s.n.m.), Chullunku, Palqay, Hauyanay, Humantay, etc., y de las características arquitectónicas de los complejos arqueológicos y caminos nos demuestran que este espacio era sagrado. Por ello también la presencia de plataformas artificiales (ushnos) a lo largo de toda la red vial que vienen a constituir puntos de conexión visual entre dos o más elementos sagrados como las montañas y el río Wilkamayo o Vilcanota.
Dentro del SHM y su zona de amortiguamiento se tienen identificados más de 300 kilómetros de caminos inkas, asociados a 64 complejos arqueológicos que principalmente son sitios de producción agrícola, centros urbanos, wakas, canalizaciones de cursos de aguas, pintura rupestre, centros ceremoniales, estructuras funerarias, reservorios de agua, plataformas artificiales, etc.
El “Camino Inka Tradicional” es sin lugar a dudas una de las rutas de trekking más conocidas a nivel mundial, por las particularidades que conserva, específicamente por su invalorable patrimonio mixto (cultural y natural). Sin embargo, existen otros caminos que llegan a Machupicchu y que son utilizados por los visitantes. Nos referimos al camino que se desplaza del poblado de Mollepata, continuando por Soraypampa, Pampa Salkantay, Wayraqmachay, Chaullay, Collpapampa, Loreta, Playa Sawayacu, Lucmabamba, Llaqtapata, Ahobamba, Intiwatana y Machupicchu.
Otras rutas de caminos prehispánicos que mantienen su originalidad son las que se desplazan paralelos al río Vilcanota en ambas márgenes. Estos caminos unen los complejos arqueológicos de Choquelluska (Salapunku), Qhanabamba, Ñustahispana, Wayraqpunku, Qoriwayrachina, Q´entemarka (Patallaqta), Machu Q´ente, Wayna Q´ente, Torontoy, Llamaqkancha, Champipampa, Paqaymayo Bajo, Chachabamba, Choquesuysuy, Wiñaywayna, Intipata, intipunku y Machupicchu.
Otros caminos menos utilizados pero que de igual modo mantienen su originalidad son los que se desplazan por los sectores de Pampacahuana que se conecta con los caminos que vienen de Limatambo y Mollepata; y el que se desplaza por el abra de Palqay y recorre toda la quebrada del Ahobamba, para llegar posteriormente a Machupicchu.
Los tipos de caminos que se encuentran dentro del Santuario Histórico de Machupicchu son:
Caminos en pendientes laterales suaves y fuertes, denominados también caminos en corte de talud, cuya característica principal es la presencia de muros de contención que varían su altitud dependiendo de la inclinación de la ladera, este camino presenta variantes que se presentan de acuerdo a las características geográficas y ambientales por las que se desplaza. En algunos sectores son caminos con calzada empedrada (zonas con bofedales, húmedas y/o con bastante precipitación). Esta variable se generaliza para todos los tipos de caminos, del mismo modo en algunos sectores se observa la presencia de muros de retención, para evitar que la erosión de la ladera dañe el camino.
Otro tipo es el denominado Camino con muros laterales. Generalmente se ubica este tipo de camino en lugares abiertos y planos, consiste en la utilización de muros laterales que demarcan el camino. Al igual que en el primer tipo también tienen variantes que básicamente están en relación al tratamiento de los muros (canteado interno y/o externo). Este tipo de camino suele utilizarse en zonas de producción agrícola, de ese modo los muros laterales sirven de límite para que principalmente los animales no se introduzcan a las chacras.
Caminos de tipo sobre elevado, que generalmente fueron construidos en lugares con presencia de bastante agua: bofedales, humedales y zonas con manantes. Se caracterizan por la calzada constituida por elementos líticos encima del nivel del suelo, para evitar que el camino sea cubierto por agua.
Caminos con amojonamiento lateral, generalmente se ubican en las partes altas (puna, altiplano) y consiste en la distribución de elementos líticos en ambos lados del camino a modo de delimitación, esta distribución solamente la realizaron con la finalidad de que no se pierda la traza del camino.
En la actualidad la Dirección Desconcentrada de Cultura – Cusco, a través del área funcional del Parque Arqueológico Nacional de Machupicchu, viene realizando acciones para la conservación del extenso sistema vial. Estas acciones comprenden la limpieza (recojo, selección, ensaquillado y traslado de residuos sólidos). El corte de vegetación a lo largo del sistema vial y extracción de malezas en paramentos y cabeceras de muros, consolidación y recomposición de elementos líticos en calzadas, mantenimiento de puentes y pontones, rastrillado de caminos, reforestación, limpieza y mantenimiento de los SS.HH. y vigilancia permanente en toda la Red Vial.