Entre Ramen y makis
En medio de la gran oferta de comida nikkei en Lima, visitamos dos lugares de Barranco.
Por: Patricia Salinas Oblitas
La oferta de sushi, makis, sopas ramen y demás comida oriental es cada vez más grande en Lima. Hace unos años, aparte de la gastronomía china, era impensable encontrar tantos restaurantes especializados en comida de lugares tan lejanos como Tailandia, Korea, Vietnam y, por supuesto, Japón.
La comida japonesa se ha convertido en una de las favoritas de los jóvenes, no solo porque es sana, sino también porque su presentación es muy atractiva, aún si no se utilizan los barcos o puentes de bambú famosos en todo el mundo, ya que es suficiente con los colores del pescado y las verduras frescas.
Pero ahí está el detalle, todo tiene que ser muy, muy fresco. Esta vez elegimos dos lugares bastante concurridos de Barranco: Kinjo Ramen de la Avenida Grau, al lado del colegio Los Reyes Rojos (también tienen un local en Jesús María) y Shimaya también en la Avenida Grau, a media cuadra de la Plaza Mayor (tienen locales en Pueblo Libre, Jesús María, Miraflores, La Molina, Los Olivos y Surco).
Al primero llegamos porque nos jaló su decoración que semeja un rinconcito de Tokyo y su fuerte, evidentemente, son las sopas ramen en todas sus variedades. Desde las más tradicionales como la Shoju Ramen o la Miso Ramen hasta otras con algo de fusión como la Red Curry Ramen. Todas son, realmente, sabrosas, pero en lo que se refiere a los makis, decepción total. Nunca vimos unos tan descoloridos, con un arroz que parecía viejo, que lamentablemnte se reflejaba en el sabor. No los pudimos terminar. Incluso preguntamos si eran del día, porque la verdad es que parecían guardados y siendo como son los makis de pescado crudo, pues hay que tener cuidado. Así que si van al Kinjo Ramen, opten por las sopas. Lo demás no vale la pena.
En Shimaya, la variedad y calidad de los maquis hacen que quieras seguir probando todas las opciones: california, acevichado, sumoku, furai, spicy, paseri, amai ryu y muchos más. Cada cual más rico que el otro. También están las famosas Gyozas (empanadas al vapor rellenas de chancho y langostino), o las Age gyozas que son iguales, pero fritas, además de yakitori (brochetas de pollo dulce y saladas) y Ebi Philadelphia (langostinos rellenos de queso crema y empanizados al panko). Las sopas son variadas, incluso hasta veggie para los que no comen carne, pero son cumplidoras nomás. Nada del otro mundo.
Nuestra recomedación es que pasen primero por alguna de las sopas a Kinjo Ramen y luego sigan vayan por la variaded de makis y demás piqueos a Shimaya. Total…están tan cerca.