Roberto Ochoa Berreteaga
Una colección de lectura obligada para actualizar toda la información científica relacionada con la llaqta inca y su entorno en el Santuario Histórico de Machupicchu.
El próximo 28 de julio celebraremos la proclamación de la independencia y también el 113 aniversario del “descubrimiento científico” de Machupicchu. Y si enfatizo el “descubrimiento científico” (así, con comillas) es porque los estudiosos ahora llaman de esa manera a la visita de Hiram Bingham y su equipo en 1911. Al menos así quedó establecido en uno de los capítulos del libro Machupicchu, investigaciones interdisciplinarias, editado por Fernando Astete y José M. Bastante, cuando integraban la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco.
La lectura de ambos tomos es obligada si pretendemos estar al día con los nuevos hallazgos en la llaqta, que abarcan disciplinas como la arqueología, historia, biología, geología, hidráulica, arqueoastronomía, antropología, turismo, urbanismo, geofísica, entre otras.
“El avance de las investigaciones interdisciplinarias nos permite entender a la llaqta de Machupicchu como un centro político, administrativo y religioso inca, en un espacio neurálgico de interacción y conexión entre los andes y la amazonía”, nos dijo José Bastante el 2021, cuanro era jefe del Parque Arqueológico de Machupicchu (PAM). “Este libro representa una contribución para acercarnos al conocimiento del desarrollo sociocultural que se dio en el ámbito del santuario, y permite actualizar el discurso científico que se transmite a los visitantes que arriban a Cusco para conocer el glorioso pasado prehispánico y la extraordinaria cultura y de saberes ancestrales que perduran hasta nuestros días”, añadió el arqueólogo y doctor en historia.
Algo que queda claro, por lo pronto, es que los especialistas y autoridades coinciden en escribir “Machupicchu” y no “Machu Picchu” respetando la cualidad aglutinante del runasimi. Un detalle que parece intrascendente pero que dificulta la investigación y difusión de la llaqta, generando una controversia que llega hasta las redacciones de los medios de comunicación.
También están de acuerdo en que Hiram Bingham no fue el primero en llegar a la llaqta inca. Para comprobarlo, en el libro podremos ver los mapas previos, elaborados antes de 1911, en donde ya figuran lastoponimias “Machupicchu”, “Waynapicchu” y “Picchu”. También podremos conocer detalles curiosos como el de los primeros grafitis que decoraban algunos muros incas cuando llegó la expedición de Hiram Bingham, al archiconocido “Lizárraga 1902” (un personaje que sembró y huaqueó en la llaqta) se suman decenas de inscripciones con el nombre de José María Ochoa, miembro de una vieja familia urubambina propietarias de varias haciendas en la zona.
Al respecto, resulta revelador el informe dedicado a la aplicación de la reforma agraria en Machupicchu, escrito por el historiador Alex Usca Baca. Entre otras cosas, esta investigación permite conocer el impacto de los afanes reformistas desde el Gobierno erl primer Gobierno del Fernando Belaunde y la posterior dictadura velasquista. También revela el origen de los campesinos beneficiados con la reforma, casi todos procedentes de otras provincias cusqueñas.
Gracias a las investigaciones del recordado historiador Donato Amado Gonzales también podremos conocer los nombres de las familias cusqueñas que en 1572 fueron trasladadas a la zona vecina a Machupicchu por orden del virrey Francisco de Toledo. El desplazamiento incluía una cláusula de propiedad para los indios citados y la prohibición de vender o transferir sus terrenos. Esta medida logró solucionar el juicio que en pleno siglo XXI reclamaba la propiedad de la llaqta inca.
Los detalles de esta investigación figuran en el segundo tomo y revelan que los españoles del siglo XVI ya conocían la existencia de la llaqta y que habría estado habitada hasta mediados del siglo XVII: “Esta medida corresponde a lo que será llamado el pueglo antiguo del ynga nombrado Guaynapiccho (...) haciendo una interpretación sugerente, esta zona es lo que los incas habrían llamado Qhapaq Incacunaq Llactan Huaynapicchu. Es interesante constatar que para 1667, aún había tres bohíos cubiertos de paja”, se puede leer en el revelador trabajo del doctor Amado, fallecido poco después de la publicación de estos libros.
“El libro cuenta con contribuciones de renombradas personalidades nacionales e internacionales respecto a las investigaciones en Machupicchu, haciendo un total de 39 artículos de suma importancia para el conocimiento del área, un cincuenta por ciento de ellos son inéditos, producto de las labores del Programa de Investigaciones, ejecutado desde el año 2013”, añade Bastante.
Sobresale también los reportes de mamíferos silvestres escrito por el biólogo cusqueño Julio Gustavo Ochoa Estrada.
El resto de artículos corresponde a investigaciones publicadas en diversas revistas especialidades dentro y fuera del país. “Se presentan artículos referidos a las investigaciones arqueológicas realizadas en la llaqta desde el descubrimiento científico hasta la actualidad, la sacralidad y el proceso constructivo de Machupicchu, tecnomorfología del monumento, avances de las investigaciones con LIDAR, exploraciones subacuáticas, quilcas o arte rupestre, los últimos trabajos ejecutados en otros monumentos del parque, entre otras valiosas contribuciones relacionadas con arqueofísica, historia y autenticidad. Por su parte, en el anexo del tomo II se incluye la primera relación completa de los sesenta monumentos arqueológicos en el ámbito del Santuario Nacional”, agrega el jefe del PAM.
Lo cierto es que la obra consta originalmente de tres tomos, pero creo que hasta ahora no sale el tercero.
Pese al duro confinamiento y el conflicto social que afectó gravemente a la industria turística, Machupicchu nunca dejó de latir y se viene recuperando pese a la presión por aumentar el número de turistas para beneficiar a las mafias vinculadas a la venta de entradas presenciales.
Ambos tomos ya están disponibles para su descarga gratuita en:
MACHUPICCHU-INVESTIGACIONES-INTERDISCIPLINARIAS-TOMO-I
MACHUPICCHU-INVESTIGACIONES-INTERDISCIPLINARIAS-TOMO-II