Roberto Ochoa Berreteaga
¿De qué hablamos cuando hablamos de filosofía? ¿De qué hablamos cuando hablamos de reciprocidad, cosmovisión, ritualidad? ¿ya se puede hablar de una filosofía andina?
Esta y otras interrogantes motivaron un largo y productivo debate que derivó en la publicación del libro Qinkunapas Noqaykupas. Ustedes y nosotros, escrito por Rodolfo Sánchez Garrafa y Julio Muñíz Caparó como una contribución a un tinku intercultural con lo andino.
Como si se tratara precisamente de un tinku (tingo o encuentro) la obra está dividida en dos partes fundamentales que se unen con el fin de dar respuesta a los planteamientos citados. El primero da cuenta de la crisis que atraviesa la civilización occidental. El segundo analiza los aportes regionales al concepto de una filosofía andina. En ambos casos a través de sendos ensayos de interpretación que no responden al orden que mandan las enseñanzas académicas.
“Creo que se puede generar un debate que golpee a la academia”, nos dice Rodolfo Sánchez Garrafa y agrega: “con este libro queremos otorgar un material a los intelectuales originarios andinos quechuas, aymaras y amazónicos que están desprovistos de este tipo de herramientas para poder discutir cualquier asunto filosófico que vaya más allá de los temas de astronomía, cosmovisión, arte, arqueología… y doy ejemplo tonto: un joven chino que se prepara en Europa o en los Estados Unidos para ser astronauta ¿tiene que dejar de ser chino para ser un científico? No. Igual pasa con los estudiosos quechuas, aymaras y amazónicos. Pueden saber cómo articular los conocimientyos adquiridos de Occideente sin perder su sabiduría ancestral, su medicina tradicional…En los últimos 30 o 40 años el conocimiento global se ha enriquecido tremendamente. Ha habido un desarrollo científico y los teóricos han afinado también sus miradas. Entonces hay un momento en que eso que llamamos filosofía cobra vigencia. Es la base poderosa para darle sentido al saber”
Pero en la lectura del libro también se siente una llamada de alerta a la cultura occidental. “Así es –asegura Sánchez- es una llamada de atención a Occidente. Ustedes están en un grave problema que también nos afecta porque estamos globalizados. Ustedes le han dado la espalda a vuestra tradición. Han renunciado y hasta renegado de su tradición. El abandono de la ritualidad provoca la descomposición de las identidades, el desorden social. Pero no hay que confundir con el ritualismo. El último baluarte son las religiones, las iglesias, pero la propia iglesia católica se ha desacralizado para convertirse en una asociación de profesionales como cualquier otra asociación o gremio. Con las iglesias evangélicas este problema es aún mayor…”.
Preguntamos:
-¿No será que la solución a esta crisis de Occidente está en la periferia, es decir, en el pensamiento filosófico de estos lares…?
-Claro. Siempre ha sido así. Muchos culpan a “los bárbaros” pero el aporte de las tradiciones de esos pueblos periféricos sirvieron para enriquecer y perdurar el pensamiento de Occidente.
Para Sánchez Garrafa, sin embargo, “no es sencilla la idea del encuentro. Todo el mundo habla de diálogo. Lo que hay que hacer es valorar la categoría filosófica que tuvo y tiene el pensamiento andino”.
-¿Podemos entendernos?
-Se ha llegado a pensar que somos tan diversos que no logramos entendernos. No debemos llegar a esa conclusión. Somos diversos, podemos llegar a comprender esa diversidad y deberíamos entendernos. Y entenderse no es someter al otro. En todo caso es aprovechar lo mejor que tiene el otro”.
-Pero muchos investigadores niegan la existencia de variables occidentales en el mundo andino…
-Hay una tendencia de minimizar o negar la existencia de ciudades, estado, imperios, oráculos, idiomas (antes les decían dialectos) cuando aquí se demostró al existencia de estas variables. Ni los incas ni los waris fueron el imperio romano pero fueron una forma de imperio. Chanchan no es Roma pero fue una ciudad gigantesca. Los argumentos están por todos lados. La existencia de la filosofía en los Andes ya ha sido demostrada y reconocida por pensadores de mucho prestigio.
-En el siglo XVI hubo un interesante debate sobre si los indios tenían alma… ¿fue un debate filosófico o solo teológico?
-Creo que tuvo mucho de filosófico. Que tuvo como trasfondo la invasión de América. Para buscar cómo justificarlo… En los Andes el discurso mitológico es un discurso simbólico. Tiene su racionalidad, pero no una racionalidad instrumental como la de Occidente. Es una racionaidad simbólica.