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CARNAVAL DE CHUCUITO ES DECLARADO PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACIÓN

Los rituales de esta festividad son representativos del acervo cultural puneño

El Ministerio de Cultura declaró como Patrimonio Cultural de la Nación al Carnaval del distrito de Chucuito, en Puno, por conjugar una serie de actividades de carácter festivo, ritual y de representación escénica, directamente relacionadas con la concepción colectiva del calendario agrícola.



De esta manera forma espacios de construcción y consolidación de vínculos sociales que refuerzan y reproducen un profundo sentido de identidad.



El Carnaval de Chucuito es una manifestación cultural que se desarrolla en la capital de este distrito puneño y en las comunidades vecinas durante el mes de febrero, en el tiempo de carnavales.


Consta de una serie de prácticas culturales de carácter ritual, agrícola y artístico, dedicadas a la fertilidad de la tierra, cuya realización se extiende durante los siete días de la celebración.Estas guardan relación directa con las celebraciones de la “Anata” realizadas en la región andina altiplánica desde épocas prehispánicas, yendo de la mano con el período de lluvias, de acuerdo al calendario agrícola de la región.



El Carnaval de Chucuito se ejecuta en seis etapas marcadas, cada una de las cuales implica una serie de actividades de carácter ritual, ceremonial y artístico.


Actualmente, la participación de este carnaval como una forma de música y danza en la Festividad de la Virgen de la Candelaria, se encuentra a cargo de la Asociación de Arte y Cultura Carnaval de Chucuito, que también interviene en la organización de las festividades tradicionales de carnavales, como las comparsas.



Entre ellos se resalta el de la pareja de Jach’a Jilakatas, quienes tradicionalmente organizaban la festividad y se encargan de guiar a los miembros de las comparsas durante el desarrollo de la coreografía. Está conformada por una pareja de esposos de mayor edad que el resto.



El varón es llamado Jach’a Jilakata Awki. Viste un sombrero negro, chullo de colores oscuros, chalina blanca, poncho negro y una camisa blanca. También porta una chuspa o bolsa tejida de colores oscuros, una wak’a o faja de colores oscuros, un chicote, huaraca o q’urawa tejido de lana de llama o alpaca y el tradicional wichi wichi: una cuerda con pompones de lana de diversos colores y de gran tamaño.


La mujer es denominada Jach’a Jilakata Tayka, y su vestimenta consta de un sombrero blanco adornado con una cinta blanca y una tira pequeña de color negro, juwuna o chaqueta de lana de color negro, pollera exterior negra con polleras interiores de diversos colores, una wak’a o faja de colores vistosos, lliclla de color negro, manta o chuku de color blanco y en la mano un wichi wichi con los colores del arcoíris.



También se resalta el rol de los músicos, quienes son los encargados de ejecutar la melodía durante los distintos momentos de la fiesta. Ejecutan principalmente dos tipos de instrumentos: aerófonos, específicamente pinkillos y pitos, acompañados por membranófonos de percusión, como bombos o tarola. Durante el desplazamiento de las comparsas, los músicos realizan movimientos complementarios al de los danzantes, desplazándose en fila y en la dirección en que se mueven estos y realizando algunas figuras.



Esta declaratoria se efectuó a través de la Resolución Viceministerial N.º 000298-2024-VMPCIC/MC.



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