Roberto Ochoa Berreteaga
La ceremonia fue a todo dar en los ambientes de PromPerú, en San Isidro. La presidente regional, Rosa Vásquez Cuadrado fue la anfitriona mientras que Ruth Shady otorgó la cuota académica y turística del evento.
Los circuitos presentados son conocidos: Norte Chico: Naturaleza, gastronomía y arqueología milenaria cerca de Lima. Incluye la ciudad de Chancay, convertida en el puerto prometido. La ciudad de Huaral y la hacienda Huando. Interesante la inclusión del sitio arqueológico de Rupak y la reserva nacional de Lachay. El puerto de Huacho, sus playas y su emblemático circuito arqueológico de Bandurria. También Végueta con su museo comunitario de Vichama. Los atractivos turísticos de Supe y Barranca triangulan con la ciudad sagrada de Caral y Áspero. Otra novedad es la inclusión de la monumental fortaleza Paramonga y la denominada “ruta del Pisco.
La segunda ruta es Canta, tierra de encantos, que parte de Santa Rosa de Quives (desde aquí es recomendable visitar Arahuay), el poblado de Buenaventura, el circuito Canta-Obrajillo-Huaro y se proyecta hasta la Cordillera de la Viuda con sus paisajes altoandinos de lagunas y nevados. Un fin de semana quedaría corto para realizar este circuito, de ahí que lo mejor sería armar varias salidas para conocer toda esta zona.
El tercer circuito promocionado por el Gobierno regional de Lima es Naturaleza y Cultura de Cañete. Va desde Chilca hasta Zúñiga, pasando por Mala, Santa Cruz de Flores, Azpitia, playa Bujama, museo de Huaca Malena, lomas de Asia, Quilmaná, Cerro Azul, San Vicente de Cañete, Lunahuaná y Pacarán. Un fin de semana no sería suficiente para visitar todo este circuito de ahí que lo recomendable sería dividirlo en etapas: Un full day o todo un fin de semana para Chilca, Mala, Azpitia y Calango. Las Lomas de Asia con el museo de Huaca Malena (que exhibe verdaderas joyas del esplendor prehispánico de Lima). Personalmente insisto en mejorar el circuito Cerro Azul-Lunahuaná, que garantiza un fin de semana de playa, deportes de aventura, paisajes de montaña y gastronomía marina… complementado con los fabulosos yacimientos arqueológicos de Huarco, Incawasi (cerca al poblado de Paullo, célebre por su restaurante El Refugio de Santiago) y, a mitad de camino, la formidable fortaleza de Ungará.
En la ceremonia nos enteramos que el Gobierno Regional de Lima también identificó varias “zonas de desarrollo turístico” de las que salieron estas tres rutas presentadas en el local de PromPerú. Las otras son Churín-Oyón (le agregaría Rapáz previa coordinación con su comunidad campesina para visitar el quipu más grande del mundo). Cajatambo con la Cordillera de Huayhuash: una ruta formidable desde el punto de vista paisajístico e histórico. La maravillosa Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas figura entre los paisajes serranos más bellos del Perú. Lo mejor sería generar facilidades para el viaje en auto propio con, por ejemplo, mejores grifos que brinden todo tipo de servicios. Se podría integrar destinos directos como el Miraflores (de Yauyos) con su “ciudad fantasma” y su formidable paisaje. Al otro lado de la reserva sería genial integrar al poblado de Tanta para jornadas de aventura y deportes de aventura (caminatas, kayak, llamatrek, etc.).
Considerando que la presidente regional, Rosa Vásquez Cuadrado, es una huarochirana que ha bregado por el turismo de su provincia, me llamó la atención de la ausencia de un circuito turístico huarochirano. En la ceremonia, sin embargo, se identificaron algunas rutas: Una en la carretera central que va desde San Bartolomé hasta San Mateo, pasando por Surco y Matucana e incluyendo a San Mateo de Otao (no es recomendable visitarlo los sábados por la estrictas normas religiosas de sus pobladores).
El otro circuito integra Santa Eulalia con la vecina Callahuanca y San Pedro de Casta. Pero no es un circuito real. Los dos primeros son perfectos para un fin de semana, pero San Pedro de Casta está íntimamente vinculado con el bosque de piedras de Marcahuasi y, por la dificultad de su carretera, requiere mínimo un fin de semana. Desde aquí recomendaría un circuito alternativo: san Juan de Iris, Laraos (de Huarochirí), Carampoma y Huanza. Cuatro poblados que garantizan una jornada de aventura, buenas expediciones, historia, ritos y tradiciones locales que sorprenderán a los visitantes.
También me sorprendió la ruta Antioquía-San Andrés de Tupicocha. La carretera no está en buen estado y no hay garantía de seguridad en la zona. Lo mejor es generar una ruta que podría denominarse “entrecuencas” para integrar la cuenca del Rímac con la de río Lurín: Partiendo de Cocachacra (pasando Chosica y Ricardo Palma) ascender hasta Chaute (con su magnífica vista del bosque de Zárate), Santiago de Tumna, San Andrés de Tupicocha, San Damián de los Checa y lo Conchasica, Lahuaytanmo y Langa, para luego volver a Lima por San José de Chorrilos, Antioquía y Cieneguilla. Es una ruta que podría denominarse Los caminos de Pariacaca pues todos estos poblados figuran en el célebre Manuscrito Quechua de Huarochirí, considerado la biblia de la cosmovisión andina.